A propósito de todo.
Mi plan primero es sobrevivirme.
Rescatarme de todas mis pendejadas,
de mis errores, de mis fracasos y desaciertos,
de mis errores, de mis fracasos y desaciertos,
de mis suspiros, de mis carencias
y mis flores marchitas.
Luego, sobrevivir a la gente.
Soportarlos con todas sus pendejadas,
sus errores, sus fracasos y desaciertos,
sus errores, sus fracasos y desaciertos,
sus suspiros, sus carencias
y sus flores marchitas.
Así.
Que al final del día,
cualquier día de éstos,
cualquier día de éstos,
me encuentre a mi mismo transparente y ligero,
balanceado, puro como algunos aires buenos,
porque mi plan siguiente es huir volando.
Para buscarte,
Negra,
volar los cerros,
entre los árboles y las ciudades,
Negra,
volar los cerros,
entre los árboles y las ciudades,
atravesar los mares hasta encontrarte.
Y serte por un momento un suspiro,
tal vez, o una brisa tibiecita
tal vez, o una brisa tibiecita
que te acaricie la espalda,
que te de un sobresalto
y un "queverguejesa" en los labios.
Y que,
como siempre
y como todos los días,
no pensés en mi.
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