jueves, 9 de mayo de 2019

Disparen, estoy armado.

Y hay días como hoy.

Que corro tan rápido
como me lo permite el calcáneo,
pero no te alcanzo,
pero no es suficiente.

Entonces
sientes que no me esfuerzo.
Y aprieto los puños 
como señal de desesperanza.

Como un hálito subversivo 
a las cosas que me tangencian.

¿Lo ves?

¿Ves los vidrios rotos?
¿Oyes los golpes en las puertas?
¿Sientes las piedras 
que rompen tu ventana,
que la atraviesan con mensajes que no vas a leer?

Soy yo.

Soy yo, 
justo antes de llegar la patrulla.

Estoy haciendo todo lo que puedo.

Negra. 
Pero vos no estás.
                              Libertad.

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