"Corre, Pepo...
La mata tiene avispas!"
He intentado tantas veces explicarlo...
Justo ahora siento que desistir sería libertario,
pero no,
decidí mal gastarme la paciencia tratando de retratar ésta imagen,
que llevo aquí,
donde se me acojonan los pájaros cuando se alborotan de pensar(te),
donde crecen arboles y corren ríos cristalinos,
soplan brisas tibias que calman las angustias,
soplan brisas tibias que calman las angustias,
donde existen mariposas (mariposas con colores bonitos),
donde, a pesar mío, siempre es de tarde...
5:45 pm,
cuando baja el Sol y nuestra ciudad se torna noble,
se convierte en nuestro paraíso minúsculo y tropical,
un cuartico pa' las seis...
Cuando nos acaricia un viento más fresco.
Mirá.
Le has aflojado una pedrada de cerquita a un Cemeruco?
Un Cemeruco lleno de Chuchuves.
Se levanta un alboroto, un escándalo repentino
de cantos y aleteos desesperados,
yo sí, cuando niño.
Cuando solía ir a pescar por los montes que daban a las playas de Punta Cardón,
llevado por mi padre.
Era una sensación de susto y emoción
que me hacía apretar los puños alebrestado,
tenia 6 años.
Eso no lo volví a sentir
sino hasta el día que te ví,
no la primera vez.
No, sería mentira decirlo así.
Sino cuando te ví y ya sabía quien eras,
cuando ya te conocía,
cuando pronunciabas mi nombre
y me convertías en un ser prosódico.
y me convertías en un ser prosódico.
Como acentuado,
con mas vigor, mas fuerza que las demás personas.
Por oír mi nombre de tu voz.
También si escucho tu nombre,
es como una alharaca interminable en mi pecho...
Hasta la ultima letra pronunciada,
cosa que ocurre casi cien mil años
después de haber pronunciado la primera.
después de haber pronunciado la primera.
Ojalá "amor" se escribiese con mi nombre...
y se pronunciara como cuando me mientas.
Sabes?
Es tan lamentable también...
Me veo solo,
desnudo,
con el cuerpo lleno de perdigones
y las lagrimas brincando de mis ojos,
ensangrentado,
parado frente a una tanqueta,
sin más nada que mi humanidad,
sin más nada que un papel en mi mano con unas palabras para ti.
Contra el mundo.
Contra tí.
Contra el mundo.
Contra tí.
Es subversivo, también.
Complicado.
He rasgado, infinito,
con piedras,
las pinturas de mi nave...
Para encajarle tu nombre
como su nombre...
Como la bandera que debiesen llevar todas sus travesías,
todas sus empresas
y sus trasnochos
y sus temporales
y sus viajes de amor
y los mares subvertidos a su paso
y los océanos que no conozco, en tí.
Por igual,
barquitas danzan de aquí para allá en
el estómago,
si pasas cerca, cuando estás.
Es una suerte de letanía,
un suplicio,
un humor saltimbanqui,
un síndrome de saeta con blanco errado,
un suspiro entrecortado,
una gotera incesante en el piso de mis recuerdos...
Que desespera.
Es la palabra atorada en la garganta
que abriría montañas a la mitad
y derribaría las murallas que ha levantado el hombre, y la mujer,
la palabra muda que invoco desde dentro
y hacia ti,
sobre los cerros,
desde mis planicies,
que decora las paredes en mi pecho que llevan tu nombre escrito,
en código,
en un lenguaje antiguo y desconocido,
que retumba...
Retumba una y mil veces,
convirtiéndose en el pulso de mi corazón.
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