martes, 7 de junio de 2016

Esperanza

“Dios santo...
Qué bello Abril!”

El mar 
está muy cerquita.

Tanto,
que a veces me sorprende la mañana
con las puntitas de los pies llenos de arena.

Tanto,
que la ola,
tan necia,
a veces amanece inundándome las sabanas
y las almohadas son pececitos
que me acompañan a nadar.

Pececitos complices.

Tanto.

Que las estrellas en el cielo,
esta noche y todas las demás,
son estrellitas de mar.

Y eres la gaviota que vuela,
y la mariposa,
y las nubes
y toda la mañana en su esplendorosa sonrisa,
y eres canción que canto, eres el sol,
pero en la noche no.

En la noche eres mar
y tienes nombre de un suspiro menguando,
y barquitas te adornan
y danzan de aquí para allá
mientras duermes,
mientras vuelves.

Negra.

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