Amarfabeta

Eran por fin las 10.
Sentía la piel curtida,
sentía que me desconchaba como se desconchan las papas antes de meterlas al agua,
como de desconcha la mandarina antes de desgajarla en nuestras manos.
Sentía como si se desprendían las pieles de mi piel,
me arrancaba cada tanto con esfuerzo, con la potencia necesaria para recuperar el alivio.
Me arrancaba lo pesado,
las células muertas de todos mis "verga",
me desollaba a mi mismo con el afán de ver qué había debajo...
Me quitaba las horas de espera,
me arranque los buenos deseos,
tiraba de los amores contrariados, las piernas y hasta una que otra nalga que aun recordaba.
Con el cuidado que se le tiene a las células cancerígenas, retiraba de mi cuerpo aquellas cosas que jamas dije y que se me habían embotellado en el cuello, justo detrás de la lengua, que me hacian difícil respirar.
Con cada tirón de piel me sentía mas ligero,
por eso no me detenía.
Debajo...
Encontré un ser peyorativo,
transparente pero luminoso...
Que brillaba con la fuerza de todos los "váyanse a la mierda" del mundo,
en sus respectivos idiomas y acentos,
en sus respectivos tonos y en sus respectivas putas madres.
No tocaba el piso, al intentarlo solo conseguía elevarme un poco mas...
Pero quería bajar,
no estaba en mis planes salir volando ésta noche, ni la anterior, ni jamas, ni nunca.

Desprendía un calor repentino...
Las venas de mi frente, que ya no estaban, palpitaban furia,
furia transgresora,
furia de espadas blandidas en los cráneos de algún persa refrescado en alguna pantalla gigante, con refresco y cotufas,
si,
con cotufas y contigo...

 - Es que siempre pienso en ti,

se me atraviesa tu nombre en todas las cosas que no eres,

en todos los sitios donde no estás...

En los ojos donde no te miro...

"Mira... Esa mujer no tiene el pelo como Cristina. Aquel niño no sonríe como Cristina. Aquellas aves tienen un canto que no escucha Cristina. Carajo... Este mar no se parece a Cristina. En esa mesa no está sentada Cristina. Bajo este cielo cundido de estrellas, no está..." -

Desprendía ese calor repentino,
flotaba como nube de humo, espeso,
flotaba...
Comencé a visitar lugares,
emprendí mil vuelos taciturnos a tantos lugares donde jamás estuve.
Vi amigos,
amores,
sentí rabias y sentí cariños,
me sentí poderoso,
saboreé la omnipresencia de "El Platanero"...
En tantos lugares al mismo tiempo,

Quería contarle a todos,
busque a mis padres, a mis amigos, a mis quereres...
Pero no me oían.
Esta suerte de mitosis múltiple,
esta suerte de desdoblamiento había creado un cardúmen de mis seres
pero no me había multiplicado la voz.

- Es que mi voz se había quedado contigo,

por eso seguro soñaste igual,

pero en tercera persona...

Por eso, descubrí, había estado callado siempre,
por eso pensé que había conocido el amor.
Porque me enamoré hasta del frío
porque me enamoré hasta de los charquitos...
Porque nos veía en sus reflejos y si me hablabas ahí, en tí, podía escuchar mi voz - 

Salí a buscarla...

Con mi potencia de mil soles reflejados en los ojos, que ya no estaban,

para abrasarte y arrancartela de los labios.

Pero en mil intentos

no pude conseguir su retorno.

Hice maromas,

volteretas y señas con los dedos.

dibujaba escenas con mis manos y sus rastros de luz confiando en sus obturadores retinales macilentos.

Nadie me miraba,

nadie se imaginaba ni sufría el esfuerzo de dimensiones cataclismicas que hacia por hacerme entender.

Recurrí a la furia,

fruncí mi ceño 

y en mi pecho se abrió un agujero 

que desencadenaba tormentas y ventarrones y rayos y truenos que azotaban los oídos,

la gente comenzó a correr, a alejarse...

- Se los advertí, pensé - 

"Carajo, va a caer un palo de agua" gritaban todos en sus distintos idiomas, en sus distintos tonos, en sus distintos lugares, en sus distintas putas madres.

Y esa lluvia me apagaba,

me convertí en vapor y conjeturas...

Llovía con la fuerza que despierta a los Dioses.

Seguro piensas en mi, pensé.

- "Es que cuando llueve, no es que llueve,

es que Dios empieza a llorar

y cuando llueve mas te quiero

y cuando llueve tu no estás"

Y ya no importa lo que escriba, 

siempre vas a aparecer...

Por ejemplo: 

"La Guerra tocaba su puerta,

la de su pecho,

alcanzó a ver la explosión de hongo gigantesco tocando casi el cielo,

podía ver la onda expansiva destruyendo la ciudad 

y a sus gentes,

cerró los ojos y apretó la cruz que siempre le acompañaba

y cuando la nube de tierra 

y radioactividad 

y gritos se le iba acercando,
pensó: dónde estará Cristina?
qué estará haciendo?

ahorita si y ya no la veré jamás" -

Comencé a apagarme,

el vapor se agotó y la lluvia se había ido.

Ví como se iban replegando mis seres, yuxtapuestos,

mis almas, mis pieles, mis "vergas"

y hasta mi voz.

Sentí una presión en los hombros,

una sacudida que me agitaba...

Han pasado mil noches desde anoche,

han pasado tantas cosas aquí,

pero no había pasado nada,

solo era yo,

yo con mis cosas pendientes y sus conjuros,

yo y mis respectivos
"coño, me volví a quedar dormido"