Sub/verso.

Subverso,
las formas y los tiempos,
los venenos y los antídotos.
Las palabras y los silencios.

Subverso
porque mi palabra aun no es hecho,
porque el hecho de mi palabra no revivió a ningún muerto.

Subverso
porque el veneno se me curó en el tiempo.

Subverso.
De alguna forma y en mi contra subverso,
subverso y guardo silencio,
para escucharme contra mi espada y mi pared,
lento, yo subverso, lento.

Subverso
porque violento el verbo,
porque nací con un hablar terreno;
porque si el río baja yo subo

y así, como siempre, subverso.

Subverso.
Porque mi perdición es estar sobrio,
porque si remedio existiese ya no querría estar enfermo,
porque no quiero,
porque ya no hay tiempo,
porque a punta de carajazos 

subiré hasta entrar al cielo

para poder sentirme en un infierno.

Subverso
porque no me canso,
porque voy a favor si es en contra,
porque soy necio;

subverso y no me tienta orgullo,

de hecho, lo subverso.

Subverso
porque si el corazón me late le reniego,
porque me arropo de Sol
y al frío me pongo en cuero.

Por eso subverso,
con cada respiro,
con cada "ahí vamos",
cada vez que pregunto lo mismo otra vez,

por ser incrédulo o tal vez ingenuo, subverso.

Cuando me siento a esperar a que sucedas subverso.