Te he amado tanto,
tan seguido
y tantas veces...
Que me vi obligado a corregir,
a arrancarme a punta de papo
tu nombre,
ese nombre que tenia atravesado en el pecho,
que sin querer mencionaba
al nombrar a quien fuese.
Así lo haré, grité indignado...
- Es una locura, Pepo.
- Lo sé, es una locura, pero es la única forma de olvidarla que me queda!
- No! Es un locura porque quién coños te va a parar bolas?
No respondí,
me hice el loco una vez mas ante tan desgraciada afirmación,
ante la elocuencia del único ser que me soportaba tal cual era para el mundo.
Es lo de menos - pensé, mientras me tragaba otro tanto de cocuy... a juro,
así como me trago la vida.
Amaré con la rabia suficiente para ser inolvidable - proseguí.
Besaré como golpeando los labios...
Como desquitándome con las bocas las tantas veces que no te he besado.
Cabalgaré indómito las espaldas de pelo largo,
acariciaré tantos hombros,
me abrazaré a cuántas cinturas...
Me pasaré por el forro las sutilezas de las mas enamoradas,
todo con el norte de llevar a cabo tan heróica empresa,
la de olvidarte,
la de borrar tus olores de mi nariz,
la de dejar de suspirar en las mañanas justo antes de abrir los ojos,
la de dejar de ponerle tu nombre a los nombres de las demás, Negra.
Me gastaré el corazón con las últimas palabras bonitas que me quedan
para subsistir en este mundo mal adornado que me dejaste,
torturaré con la promesa, inútil...
- No digas esas cosas viéndome a la cara, van a pensar que somos maricos...
- Que no me interrumpas que se me va la verga!
Torturaré con la promesa, inútil de mi amor a quien pretenda,
me iré,
regresaré,
de vez en cuando me perderé,
pero partiré
y un día, quizá, ya no volveré.
Gastaré mi último aliento
tendido en una hamaca,
delirando bajo sabe Dios cual cují,
en cual playa...
Imaginando que estás conmigo,
que me miras y que ríes.
Y será ese, el último aliento,
uno de cocuy,
el que dejaré ir pronunciando tu nombre,
pronunciando tu nombre en medio de una sonrisa infinita que me dibujará para siempre.
Y cuando encuentren mi cuerpo,
muy bien conservado por el alcohol,
dirán:
Este hombre murió contento...
Parece que murió de amor.
- De maricón puede ser que mueras...
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