Tal vez,
es la envidia que
me adhiere a la piel
el tiempo
y no me permite
leer otras palabras.
es la envidia que
me adhiere a la piel
el tiempo
y no me permite
leer otras palabras.
Se encarrujan entre las arrugas
fotografías,
canciones,
suspiros,
nombres,
otras pieles.
Entre una sombra
y otra
bailan.
y otra
bailan.
Danzan y expelen,
acusatorios,
mirá lo que te has robado.
acusatorios,
mirá lo que te has robado.
Mirá lo que ya no podés.
La presbicia me aciega la mirada
y me violenta el corazón.
y me violenta el corazón.
Ruge,
con hambre,
empañando todo cauce,
con hambre,
empañando todo cauce,
toda intención.
Se astigmatisan,
se atrofian como luz dispersada,
las palabras que miro
las palabras que miro
en las cosas donde ya
no estaré.
Nunca lo sabré.
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