- ¿Te puedo pedir un deseo?
- A ver...
- Cuando te vayas, solo dímelo la noche antes... A las 7.
- Jaja, claro, eso lo puedo hacer... Pero, ¿por qué a esa hora?
- Es un buen momento para comenzar un viaje.
Se va el atardecer,
cambian los colores vivos del último Sol
y entra el negro nacarado de la noche...
Justo ahí se empiezan a ver las primeras estrellas
dándole descanso a la oscuridad...
Si mirás con atención podés verte pasar.
No digas adiós cuando te vayas.
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