miércoles, 16 de marzo de 2016

Aquí.

Yo decidí no irme...
No puede uno ir dejando el corazón desparramado,
pulverizado,
no.

Ya yo no quiero olvidar,
ni tener que recordar (te).

El café de la mañana
lo necesito sin angustias en el pecho,
no quiero imaginar
cómo estarás sonriendo por las tardes,
contento,
en tu bicicleta, en La Alameda.

Quiero para siempre el cocuy bien servido,
quiero seguir sintiendo cómo se ve el cielo,
cundido de estrellas,
sin tí,
éste cielo,
no otro.
Sin tí,
no sin alguien más.

No quiero huir,
me quiero quedar...
Porque aprendí
que irse rompe las raíces,
porque comprendí,
en el deaquiparalla,
que el corazón termina cansándose...
Llenándose de nostalgias
y ya no quiero extrañar.

Quiero tropezarme las mismas gentes todos los días
y agradecerles sus sonrisas,
tan llenas de mi como de ellos,
tan mías... Más que de ellos.
Mías.

Quiero que para verte sea un saltito,
que nuestras vidas estén llenas de
"encincominutosestoyallá".

Quiero morir aquí,
tal vez alejarme,
pero saber regresar.

Jamás me iría
de éste Sol.
Porque aquí te conocí,
aquí naciste,
de aquí te fuiste,
aquí tal vez te encuentro de vez en cuando
y aquí me enamoré de tí,
aquí no paro de soñar.
Aquí te dibujo en los papeles,
que no se lleva el viento,
lo que quiero que sepas de mí.
Aquí nací...
Porque aquí te ví la primera vez.

Todo suena mas hermoso
cuando digo: Soy de aquí.



No hay comentarios: