Soñé que me atracaban...
Pero que me atracaban y me abducian un puñal tantas veces.
Que me lo abducían,
me acomodaban un puñal en un costado,
un navaja, que al salir liberaba nubes y estrellas y amaneceres desde dentro de mi, a traves de la herida.
Soñé que el choro me miraba atónito, nos mirabamos...
Y volvia a blandirme el cuchillo...
Esta vez brotaba una constelación radiante y nos cegaba,
casi lo invitaba a hacer lo mismo nuevamente
si no hubiese sido por lo cegado y adolorido que estaba.
Soñé que le reclamaba,
que le gritaba envalentonado que terminara de una vez,
que lo valioso que tenía jamás me lo quitaría
aunque pretendia estarmelo robando...
Aunque, dentro de su temeridad, esperaba estarme arrebatando lo más preciado.
Soñé
que le contaba de mi lástima,
que lamentaba mucho que no tuviese éxito su arremetida...
Que mientras escupia mis adjetivos,
él, me aflojaba otra puñalada, ésta vez en el pecho,
soñé que me reía,
que ambos nos deteniamos,
aguardabamos como esperando otro suceso mágico desde dentro de mi...
Esta vez salieron pájaros,
blancos, negros, azules, oscuros y claros, transparentes,
con una alaraca de libertad,
ésta vez se asustó...
Cayó al piso boquiabierto mientras trasteando intentaba alejarse viendo mi cardumen de animales, perplejo.
Soñé que se desencaletaba un revolver,
soñé que me apuntaba...
"Dale, pajudo! Pero mirame a la cara mientras lo haces... Porque estarás matando a Soñador!" le grité apurado.
Soñé que corría,
que me le pegaba atrás tan lento... Como desinflándome,
"son mis suspiros, los que me quedan, se me están saliendo!" pensé.
"Marico!" Le gritaba...
"Marico, mil veces, por toda la eternidad!"
Mientras con las manos intentaba tapar las heridas por miedo a quedarme sin nubes...
Mientras caía al piso y el Malandro se me volvía a acercar.
Pero, soñé, que ya no era él...
Soñé que ésta vez era ella,
con su pelo y su sonrisa y sus ojos y sus cosas de siempre,
soñé que amanecía de repente y me iluminaban las estrellas, si, de día (era un sueño)
soñé que se me acercaba,
soñé que pensaba "Puta madre, estoy muriendome de amor..."
Soñé que me besaba y sentí justo en ese momento,
en mi sueño,
que ahora si me robaba algo que jamás iba a recuperar, ella.
Que con su lengua heria la mía con una herida que jamás iba a sanar.
Soñé, y mientras soñaba,
el mundo se me hacia eterno,
me inundaban las nubes las manos y el reloj ya se me ponía viejo...
"Pepo, despierta! Te quedaste dormido!!"
No me quedé dormido, Negra... Es que ya no me quiero despertar.
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