Que en plena oscuridad,
en la nochecita corro a los árboles,
me les encaramo hasta las copas
con los bolsillos llenos de cartas que son versos
y espero a que aparezcas
para hacer avioncitos con mis poemas,
para lanzartelos sin mirar.
Para pretender que te llegan...
Porque te me antojaste luna,
porque me brillas y pienso que me sonríes,
porque aunque te miro y me embelezo
no te alcanzo,
no puedo tocarte.
Y así,
que cuando ya casi amanece y desapareces
corro bajo mi mesa
y un niño dentro de mi comienza a escribirte nuevamente sobre barcos y mares,
de pájaros y soles,
del frío, de la noche,
de su amor.
Y así que hago aviones encaramado en los árboles,
de papel,
de papel e ilusiones,
con los ojitos cerrados
y el corazón abierto,
para lanzartelos y que me los leas,
sin mirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario