miércoles, 16 de julio de 2014

4:40pm

A María,
porque en su pecho esconde 
un cardumen de besos con el color de mi piel.

Entre tantas cosas que decidir...
Decido tu sonrisa,
que mas que urgente la hallaré perdida.
Colgada en alguna esquina,
esperando que termine la lluvia.
Soñando con existir sobre tus labios.

Difuminada entre un instante y otro,
oculta en un reloj,
en la hora que no llega...
En los pasos silenciosos que no dejan huella.

Posible, irrefutable y definitiva,
poderosa pero apagada...

Dormida, silente,
dibujada en un papel pero no en tu rostro.
Olvidada,
echada a menos,
tomada a mas,
como nube de tempestad que asombra pero no humedece.

Embelesada de su espino existir...
Que juega,
que se esconde,
que amaga y lamenta.

Que viene y va.
Que ilumina y se apaga.
Que espera y huye conmigo, una y otra vez.

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