De pocos agradecidos,
que de momentos encontrados,
arrojados al silencioso letargo de un descanso inesperado,
al trasluz de la ventana que dibuja la sierra apagada,
que decora y adorna mi atardecer...
De brisa fresca y tormenta prometida, que preocupa,
dibujo la ciudad que se me antoja adormecida y encantada,
mi Coro herido,
que insiste en sanar su alma pero que ya no puede mas...
La plaza celebrada... el heroe enaltecido y el cobarde agazapado...
la multitud empeñada en conciencia y desgastada en alma...
mi corazon que se deshace de esperar la luz!
Anochece sobre mi ciudad,
(que es mia, no la compre pero le he encargado mi futuro, a ella se lo he confiado)
se escapan los ladridos de un perro vigilante,
a lo lejos aun camina quien aprovecho su time - out reglamentario,
en mi terraza prestada aun puedo ver algun rayo de sol tenue,
que se marcha, que cae en el horizonte y desparece mi paisaje de fotografia colonial...
Son siluetas...
manchas,
luces,
personas,
Los Beatles,
la magia de estar cuando no deberias hacerlo,
la musica descontinuada,
los recuerdos y hasta el misterioso (y ahora desesperado ) señor Brown...
que en su eterna rueda acaba sus minutos cansado...
sediento de mas vueltas repetidas...
Asi me anochece,
a la luz de la laptop y los intentos inexplicables de explicarme,
en la brisa de ciudad herida que me toca y refresca y despide el atardecer,
y suena la rueda otra vez,
la vida que llega y no para,
la esperanza decorada en la sonrisa de un niño prometido...
en la pregunta sin responder de un nombre,
en el regalo de un momento entre tus labios...
Como será?
A quien llamarás?
Correremos alguna vez sobre el pasto de ese jardin?
Acaso entregaras mi alma desmoronada una y otra vez para curarla con tu sonrisa?
Cuando te entendere mio?
Oiras mi canción?
Calmaré tu llanto deseperado? (Que se, me rompera en millones de pedazos el alma)
Entonces, esperar,
es el remedio mas adecuado en esta tarde renunciada,
en este momento a solas conmigo,
ya Coro, no se ve...
ahora quien curará sus heridas,
quien devolvera las mias...
No,
que de momentos encontrados,
arrojados al silencioso letargo de un descanso inesperado,
al trasluz de la ventana que dibuja la sierra apagada,
que decora y adorna mi atardecer...
De brisa fresca y tormenta prometida, que preocupa,
dibujo la ciudad que se me antoja adormecida y encantada,
mi Coro herido,
que insiste en sanar su alma pero que ya no puede mas...
La plaza celebrada... el heroe enaltecido y el cobarde agazapado...
la multitud empeñada en conciencia y desgastada en alma...
mi corazon que se deshace de esperar la luz!
Anochece sobre mi ciudad,
(que es mia, no la compre pero le he encargado mi futuro, a ella se lo he confiado)
se escapan los ladridos de un perro vigilante,
a lo lejos aun camina quien aprovecho su time - out reglamentario,
en mi terraza prestada aun puedo ver algun rayo de sol tenue,
que se marcha, que cae en el horizonte y desparece mi paisaje de fotografia colonial...
Son siluetas...
manchas,
luces,
personas,
Los Beatles,
la magia de estar cuando no deberias hacerlo,
la musica descontinuada,
los recuerdos y hasta el misterioso (y ahora desesperado ) señor Brown...
que en su eterna rueda acaba sus minutos cansado...
sediento de mas vueltas repetidas...
Asi me anochece,
a la luz de la laptop y los intentos inexplicables de explicarme,
en la brisa de ciudad herida que me toca y refresca y despide el atardecer,
y suena la rueda otra vez,
la vida que llega y no para,
la esperanza decorada en la sonrisa de un niño prometido...
en la pregunta sin responder de un nombre,
en el regalo de un momento entre tus labios...
Como será?
A quien llamarás?
Correremos alguna vez sobre el pasto de ese jardin?
Acaso entregaras mi alma desmoronada una y otra vez para curarla con tu sonrisa?
Cuando te entendere mio?
Oiras mi canción?
Calmaré tu llanto deseperado? (Que se, me rompera en millones de pedazos el alma)
Entonces, esperar,
es el remedio mas adecuado en esta tarde renunciada,
en este momento a solas conmigo,
ya Coro, no se ve...
ahora quien curará sus heridas,
quien devolvera las mias...
No,
Ya Coro no se cura y yo tampoco,
el frio nos reclama recompensa,
la noche nos regala la santa y refrescada paz...
Otro dia mas, otro atardecer y otra noche...
el frio nos reclama recompensa,
la noche nos regala la santa y refrescada paz...
Otro dia mas, otro atardecer y otra noche...
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