A lo mucho y a lo poco
¿Por qué no?
Entre dos
existe un lenguaje que perdura en el tiempo.
Una forma sencilla y gentil de manifestar las cosas.
Una caricia en forma sonido o datos encriptados que viaja a través de las particulas que habitan el aire que les separa y que lleva consigo una información que solo dos pueden descifrar, un código.
existe un lenguaje que perdura en el tiempo.
Una forma sencilla y gentil de manifestar las cosas.
Una caricia en forma sonido o datos encriptados que viaja a través de las particulas que habitan el aire que les separa y que lleva consigo una información que solo dos pueden descifrar, un código.
Qué hacés?
Que significa quiero estar contigo.
Que significa quiero estar contigo.
Hace calor!
Porque quiero que vayamos al mar y nademos,
que mis brazos amarren tu cintura
mientras no parás de contarme cosas,
Porque quiero que vayamos al mar y nademos,
que mis brazos amarren tu cintura
mientras no parás de contarme cosas,
mientras viajo mirando tus labios.
Vendo Zelle!
Porque quiero que respondas
aunque no te interese,
para decirte que son 545$
Porque esa es la hora
en la que nos vamos a encontrar,
es el color de la tarde
dónde quiero mirarte.
Dónde andás?
Porque quiero ir hasta vos
para mirar aquello que más amo en este mundo,
sentirlo cerca.
Te gustó?
Porque descubrí que la tarea del aceite en la comida en alguna forma es sostener los sabores que se le han confiado, macerarlos en si mismo para registrar esa memoria gustativa o ese universo de emociones que se acojona en tu paladar. Hace 3 meses dejé algunas especies remojando en uno de soya y desde allá, hasta hoy, se han alojado en tu boca y están dilatando los sabores y el tiempo sobre tu lengua para que vos seas feliz. Por eso estás sonriendo y yo estoy encantado. A eso lo llaman Bouquet, yo lo llamo Amor. Hay un tomate rancio que curó su fermentación solo por verte sonreír, detuvo el destino y su viaje para alegrarte y regalarme la dicha de presenciarlo.
Porque descubrí que la tarea del aceite en la comida en alguna forma es sostener los sabores que se le han confiado, macerarlos en si mismo para registrar esa memoria gustativa o ese universo de emociones que se acojona en tu paladar. Hace 3 meses dejé algunas especies remojando en uno de soya y desde allá, hasta hoy, se han alojado en tu boca y están dilatando los sabores y el tiempo sobre tu lengua para que vos seas feliz. Por eso estás sonriendo y yo estoy encantado. A eso lo llaman Bouquet, yo lo llamo Amor. Hay un tomate rancio que curó su fermentación solo por verte sonreír, detuvo el destino y su viaje para alegrarte y regalarme la dicha de presenciarlo.
Hay un lenguaje
noble y sumiso,
pero lateral y subversivo
en las cosas más sencillas que nos juntan,
no lo dejen ir.
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