Negra

Para las estrellitas de mar.

Hoy,
comenzó el camino desde tí,
pero de vez en cuando voltearé...
Porque las esquinas están cundidas
de gentes esperando pasar la lluvia...

Iré al mar.

En las playas
hay atardeceres
que se visten de tu color,
que huelen a arena fresquecita acariciando los pies,
en los puertos puedo ir a pescar y quién sabe...

Tal vez un día te me acerques y,
en voz bajita,
me digas que el miedo se lleva a las personas
pero que también se las lleva el mar.
Y en mis ojos cerrados
y mis labios llenos de escamas
vivirás todas las tardes que me quedan,
sin pensar.

Te vas,
y se va la piel y el sudor,
del amor y de las arepas.

Hoy, una distancia se abre,
tan grande como las brechas que parten la tierra en dos...
Donde nacen los cañones,
los haitones donde se pierden las personas,
donde facilmente uno desaparece.

Mi corazón,
que late,
que soporta,
que olvida pero que recuerda,
que es fuego y es melancolía...
De verte regresar.
Regresar de mi y de los fuegos en tu vientre,
de las calles solas
y los domingos por la tarde,
de las letras que se van,
de nuestra Esperanza,
de mi,
del mar.