martes, 7 de abril de 2015

Fragmento

Mire mis manos...
Y descubrí que eran manos por tocarla.
Sentí un escándalo en mi pecho, un sonido...
Como pájaros chocando contra las rejas de sus jaulas...
Intentando escapar,
y caí en el asunto de que el corazón lo era, porque latía por Ud.

A través de mi nariz entraba el aire
como suspiros, como brisa padentro que arrastra los olores y sus recuerdos...
Sus tardes y tus noches.
Y exhalé
y me encontré contando... 12355, 12356, 12357 respiros y no la he vuelto a ver.

Mi piel, que lo era, pero ya no, desde sus ojos...
Tenia lunares y manchas...
Estaba llena de edad, de tatuajes con sus historias...
De necesidades y de rastros de sabanas,
de la sensación cálida de sus nalgas,
de Ud.

Y de repente sentí ganas de correr,
de mentir,
de olvidar,
de borrar,
de dejar...
y de abrir los ojos en las mañanas sin tener que pensarla.
Pero no corrí...
Porque mis pies, que lo eran, pero que ya no... Desde su sonrisa,
No me obedecían, no tocaban el piso...

Es que Ud...

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