domingo, 14 de diciembre de 2014

Sol, Puertas y Ventanas.

Creo en las 4:00am
es un buen momento para dormir
o para levantarse.

Por igual
y con la misma fuerza
creo en las ventanas abiertas,
pero en el justo momento en que las atraviesa el primer rayo de Sol...
Cuando el día entra con sus infulas de calor,
cuando les entrega esos pedazos de vida luminosos a los cristales,
con sus sonidos de vida,
con sus "Aquí vamos" tan definitivos.
Algo de especial debe tener esa luz
que viaja desde aquella tal distancia
solo para hacernos saber que es hora de despertar.

Sol y ventanas ansiosas,
fotosíntesis y sonrisas.

Creo en las puertas,
en las cerradas y en las abiertas,
son esa transición humeante hasta otro sitio,
hasta aquel lado,
donde justo ahora no estamos.
Son expectativas
y presencias,
figuras repujadas a través del ojuelo.
Son esperanza...
Quizá un día,
un golpe,
el deseado,
las abrirá para siempre.

Creo en la piel,
en su memoría física,
en la tuya,
en las cosas que de ella emanan.
Sus olores,
sus sabores,
sus colores,
sus apuros
y sus descansos,
en los viajes que emprendo
a través de cada poro que le encuentro,
en su poder de sanación,
sus curvas,
sus tristezas,
sus ausencias.

Creo en el aire que respiras,
en la forma como purificas el aire que entra en ti,
Creo en tus primeras voces al amanecer,
no todo esta perdido, pienso.
A tu pelo enredado le canto,
a la forma como te vas,
a los pies desnudos buscando bajo las sabanas,
a tus manos frias...

Creo en el aroma de un buen café,
ese, que se prepara creyendo que nos va a curar los sueños,
que nos va a arrancar del ayer
para colocarnos en el hoy,
en su sabor,
en las palabras que se aglomeran en la lengua a su gusto.

Creo en los pájaros,
en sus cantos,
en sus miradas a través de las rejas,
en sus alas revoloteando los vidrios,
en sus tonos difuminados,
en sus vuelos,
en sus picos,
en nuestros disfracez.

Creo en el tacto de mis pies con el piso,
frio,
inmenso,
sólido,
cuando bajo al mundo, diría.

Creo en la noche que quedó atras,
con sus copas,
sus luces,
su humo,
sus sonrisas
y sus lamentos,
porque existí en ella,
porque la atravesé en su momento mas oscuro
y volví,
porque no abro los ojos sino a través de su partida,
que no me entristece.

Tengo cierta fé en las mañanas,
en sus bombillos por encender,
en su olor
y sus minutos tan veloces cuando recien comienza,
en sus decisiones entredormidas,
en su primer momento que traza la primera linea, a seguir.

Creo en las flores,
en su olor,
en sus adornados petalos,
en sus tallos decorados de feria,
en sus espinos cuentos
que entretienen el camino.

Creo y por eso creo,
tengo el don de los colores y las formas
que se desparraman de mi cama cada amanecer,
como lineas,
estrellas,
alas,
arco iris y soles y nubes
que flotan cuando abro los ojos.
Que trascienden la imaginación.

Creer / crear.

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